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susanadlc
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Post by susanadlc »

LA CONQUISTA DE LOS CATAYOS

A finales del siglo 15, alrededor de 1492 para ser más exactos, los incas se enfrentaron a un difícil problema de comercio que comenzó a desbalancearles la dieta alimenticia seriamente. Resulta que hasta esa fecha, más o menos, ellos iban a buscar las especias a Catay, la antigua China, por la vía del Pacífico, pero los turcos –que nunca se supo bien cómo fueron a dar ahí- les cerraron el camino.

Los incas probaron entonces la variante de desviarse hacia Hawai, pero de ahí lo único que traían las piraguas eran ukeleles, grandes collares de flore y hula-hulas, elementos poco adecuados para condimentar las comidas.

Entonces un marino inca, muy osado y ambicioso, llamado Cristobac Colonco, pensó que si la Tierra era redonda, pues navegando hacia el este, por los desconocidos mares del Atlántico, forzosamente daría la vuelta al globo y llegaría a Catay.

Y así lo hizo, lanzándose aventureramente en tres gigantescas piraguas cargadas de incas, mayas y aztecas, que se le unieron en la empresa, por esos mares de Dios, y en sólo tres meses las enormes piraguas –pirabelas les llamaban- arribaron a unas islas, gracias al grito jubiloso de ¡tierra! Proferido por el marino Rodihualpa de Trianqui.

Era un 12 de octubre de 1492 y los intrépidos navegantes bautizaron la isla con el nombre de La Salvación, a pesar de las protestas de los aborígenes que insistían en llamarla Canarias.

Poco después tocaron tierra en el continente y encontraron a la tribu de los andaluces a los cuales, pensando estúpidamente que habían llegado a Catay, denominaron catayos.

Estos catayos, que se quedaron nombrados así para siempre, eran extraordinariamente incautos y creyeron que aquellos hombres raros, montados en llamas, con grandes ponchos de colores y sonando unas flauticas extrañas que llamaban quenas, eran los sacerdotes con las trompetas del Juicio Final, anunciado en sus ritos misteriosos y en su gran libro sagrado, la Biblia. (Lo más simpático de todo fue que los catayos pensaron que el inca y la llama eran un mismo animal, sobre todo, por los rasgos tan similares del rostro.)

Totalmente anonadados ante los acontecimientos, los catayos ofrecieron a los incas, en señal de paz, algunos de sus tesoros más preciados que consistían en relucientes baratijas y collares de lindos colores. Este gesto ingenuo y totalmente innecesario de los catayos avivó la codicia de Cristobac Colonco, quien al ver aquellas valiosas baratijas, comenzó a ofrecerles a los aborígenes andaluces, a cambio, las inservibles pepitas de oro que traían por toneladas en las pirabelas.

Pronto la región de los andaluces quedó exhausta de baratijas y collares, cuestión que enfureció a Colonco, a quien ya se le había despertado un apetito voraz por las lindas baratijas.

Y así, cambiándoles pepitas de oro por baratijas, obligando a los catayos a buscarlas en los ríos y montañas, en templos y ciudades, registrando por todas partes, incluso dentro de los pesados cinturones con cerrojo que los catayos ponían a sus doncellas, de olor, por cierto, harto desagradable, Cristobac Colonco fue exterminando catayos comarca tras comarca, internándose en el país, obligando a todos a hablar quechua y a bailar valses peruanos, destruyendo los sagrados templos cristianos (donde los catayos, que eran unos bestias, incineraban a los que no tenían fe), construyendo en su lugar bellos templos del Sol, arrasando, en su desenfrenada carrera en pos de las baratijas, con tribus de murcianos y castellanos, manchegos, madrileños, valencianos, catalanes, asturianos y gallegos, inundando la península y más tarde todo el continente con toneladas y toneladas de pepitas de oro que, con el tiempo, darían pié a la Revolución Industrial.

Héctor Zumbado

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trans. Art

THE CONQUEST OF CATAYOS

In the late 15 century, around 1492 to be exact, the Incas were faced with a difficult problem of trade that began unbalancing their diet seriously. It turns out that to date, more or less, they had been getting spices from Catay, ancient China, by going through the Pacific. But the Turks--who never knew how good they had it there--closed that route to them Incas.

The Incas then tested the option of heading toward Hawaii, but then the only thing that they brought back in their canoes were ukeleles, big flower necklaces, and hula skirts, inadequate elements to spice up their meals.

Then one Inca sailor, a very bold and ambitious one called Cristobac Colonco [~Christopher Columbus], thought that if the Earth was round, then sailing to the east, by the unknown seas of the Atlantic, would necessarily circle the globe and reach Catay.

And so he did, setting off adventurously in three giant canoes laden with Incas, Mayans and Aztecs, which he united in this enterprise, over these seas of God, and in just three months the huge canoe--"pirabelas"they were called--arrived at some islands, to a jubilant cry of "Land ho!" by the sailor, Rodihualpa of Trianqui. [Art: I don't understand that reference.]

It was October 12, 1492 and the intrepid sailors christened the island by the name of "Salvation" despite protests by the aborigines who insisted on calling "Canarias" [the Canary Islands].

Shortly thereafter they landed on the continent and found the tribe of the Andalusians who the Inca, stupidly thinking that they had come to Catay, called the "Catayos."

Estos catayos, que se quedaron nombrados así para siempre, eran extraordinariamente incautos y creyeron que aquellos hombres raros, montados en llamas, con grandes ponchos de colores y sonando unas flauticas extrañas que llamaban quenas, eran los sacerdotes con las trompetas del Juicio Final, anunciado en sus ritos misteriosos y en su gran libro sagrado, la Biblia.

These catayos, who are still called that, and will be forever, were extraordinarily unwary and believed that these odd men, riding llamas, with large colorful ponchos and playing some strange flutes that they called "quenas" [reed flute, pan pipe?], were the priests carrying the trumpets of Final Judgment, announced in their mysterious rituals and their great holy book, the Bible. (The most beautiful part was that the Catayos thought that the Inca and the llama were one animal, especially because of the great similarity of their facial features.)

Totally dumbfounded by these events, the Catayos offered the Incas, as a sign of peace, some of their most precious treasures, which were glittering trinkets and necklaces of beautiful colors. This naive and completely unnecessary gesture by the Catayos fuelled by the greed of Cristobac Colonco, who upon seeing those valuable trinkets, began to offer the Aboriginal Andalusians, in return, the useless nuggets of gold that they brought tons of in their canoes.

Soon the region of the Andalusians was exhausted of necklaces and trinkets, an problem that angered Colonco, whose voracious appetite for beautiful trinkets had been awakened.

And so, exchanging nuggets of gold for trinkets, forcing the Catayos to look into rivers and mountains, temples and cities, searching everywhere, even within the heavy chastity belts that Catayos used to put on their young maidens, the odor of which, indeed, must have been extremely unpleasant. Cristobac Colonco was exterminating Catayos from one district to another, going deep into the country, forcing everyone to speak Quechua and dance Peruvian waltzes. He was destroying the sacred Christian temples (where the Catayos, who were savages, burned alive any who didn't have [their] faith), building in their place beautiful temples to the Sun. He reeked havoc among the tribes of Castilia, Murcia, La Mancha, Madrid, Valencia, Catalonia, Galicia and Asturias. As the Inca followed their frantic race for trinkets, they flooded the peninsula and later the entire continent with tons of gold nuggets, which, in time, would become the foundation of the Industrial Revolution.

Héctor Zumbado
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Post by Art »

That turns the usual story on its head nicely.

What do Cubans tend to think about the extermination of the the native people of their island?

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Ésa da la vuelta en su cabeza muy bien a la historia usual.

¿Qué tienden a pensar los cubanos sobre el exterminio de los nativos del su isla?
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susanadlc
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Post by susanadlc »

Art, cuando dices "Ésa da la vuelta en su cabeza muy bien a la historia usual.", perdóname, pero no entiendo nada de lo que quieres decir, ya sé que el español es complejo, por favor, si pudieras explicarte de otra manera.

Sobre el exterminio de los nativos de nuestra isla, pues no sé lo que piensen otros cubanos, en lo que a mí respecta, pues me queda muy lejano, uno lo piensa con mucha tristeza, quizás como tú mismo pienses de los indios norteamericanos, aunque creo que con más suerte porque según tengo entendido hay descendientes aún luchando por sus derechos, tú me podrás contar mejor. Pero respecto a los nuestros, quedan algunos nombres, y sobre todo en el oriente de Cuba, personas con esa fisonomía, en mi familia, por suerte o desgracia tenemos más de españoles. También se conservan objetos arqueológicos que hablan de su vida, algunos sitios, historias como las de Hatuey y Guamá, (caciques que se alzaron y lucharon), a Hatuey lo quemaron en la hoguera, antes de quemarlo pasó un sacerdote a confesarlo y él preguntó si los españoles iban también a ese cielo, el sacerdote dijo que sí y él le contestó que no quería entonces ir al mismo sitio en que irían los españoles. Es triste, cosas así se conocen por los diarios de los españoles y del padre Bartolomé de las Casas.
Como dice un trovador cubano...."no dejaron ni a uno pa bailar el areito". En el libro que te recomndé podrás saciar muchas de tus dudas.

Jeje...sobre "Rodiualpa de Trianqui", es la unión de dos nombres: Rodrigo de Triana con Atahualpa Yupanqui, creo el 9no inca.

Saludos,
Susana
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Post by Art »

It does sound like your thinking on the native peoples is similar to ours.

What I was trying to say (perhaps you can read it in English) is difficult to explain. Maybe it doesn't translate literally into Spanish. The expression is something like "standing on one's head," except in this case the story is reversed.

A different way to say it would be: "The story reverses what we've come to "know" as reality.

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Parece que tu pensamiento sobre el pueblo indígena es parecido a el nuestro.

Lo cual estaba intendando decir (tal vez puedas leerlo en inglés) es difícil explicar. Quizás no traduce literalmente hasta castellano. La expresión trata de algo como "pararse de cabeza", sino que en este ejemplo el cuento está boca abajo.

Otro modo de decirlo sería: "El cuento se inverte [o pone la antítesis] de lo que llegamos a "saber" como realidad."
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