A ver, Paul, todavía no sé si lo de que "no comprendo por qué los asturianos se cagan en su propia manta de la cama" lo dices en serio o de coña
Lo que más me alucina es cómo una cosa tan sencilla de aclarar puede dar lugar a explicaciones de que si el córtex, el cerebro reptiliano, etc, etc.
No hace falta ir tan lejos, hombre, es todo mucho más sencillo.
Veamos primero el origen del "cagamento", sea blasfemo (con connotaciones religiosas) o profano (de tipo escatológico o como sea).
¿Qué es la religión? ¿Qué es concretamente el cristianismo, especialmente en la Edad Media? Pues ni más ni menos que la ideología "oficial" que, al menos para las clases inferiores de la población, induce al sometimiento, a la aceptación del statu quo.
Tenemos para esa época una pirámide social. En la cúspide, la nobleza y la Iglesia, ambas en plena sintonía. Ni siquiera es incompatible ser un terrateniente como los condes, duques, marqueses, señores, etc., con la condición eclesial, pues los conventos, monasterios, obispos, arzobispos, etc, también eran posesores de la tierra, cultivada por siervos tan siervos como los de los nobles. Unos cobran sus impuestos en origen "por proteger", posteriormente por derecho divino, de pernada, de "courbée", de sangre, etc. Y la Iglesia no se queda atrás y cobra sus "diezmos".
La conciencia de ser una clase explotada, desposeída, expoliada y abusada sólo tiene para los campesinos el freno de la fuerza de las armas, o lo que es lo mismo, las mesnadas de los diferentes señores, origen de los ejércitos, y también de la policía (gendarmes = gens d'armes = gente de armas).
Se producen sublevaciones, revueltas, etc. Si la rebeldía es colectiva, se producen episodios de violencia generalizada, generalmente reprimida por soldados. Pero si la rebeldía es menor, a nivel individual (y a veces en algunos casos también la colectiva), la represión se ejerce mediante procesos inquisitoriales, tribunales eclesiásticos, acusaciones de herejía, brujería, etc, etc.
En definitiva, se produce en la mente de los siervos, campesinos y otra gente humilde, una clara asociación entre los poderosos y la religión, ideología conducente a mantener las cosas como están ("pon la otra mejilla, bienaventurados los pobres porque ellos irán al cielo, etc").
Igual que ahora se hacen chistes sobre los políticos o los reyes, aparecen también los chistes, cuentos, canciones e imprecaciones contra la religión y los religiosos:
"Los curas y los laureles, como nunca dan fruto siempre están verdes"
"Al señor cura de La Piñera tóca-y la gaita la molinera"
"Dios y el cucho pueden mucho, pero sobre tou el cucho"
...y etc, etc. Serían innumerables los ejemplos.
Y en esos siglos medievales aparecen, al menos en Asturies, los cagamentos. ¿Por qué particularmente en Asturies? Posiblemente, y esto es una apreciación personal, porque aquí el campesinado desarrolló muy pronto una lucha por la propiedad de la tierra y la redención de rentas y diezmos. Eso explicaría a la vez episodios de rebeliones como las habidas contra el noble Gonzalo Peláez de Coalla, bandido donde los hubiera, el obispo de Oviedo (recordemos los "esconxuraos"), así como nuestra estructura de propiedad de la tierra, basada en el minifundismo y el "bocage".
Pero este proceso hubo de ser necesariamente contradictorio, porque el mensaje cristiano pretendía ser intrínsecamente bondadoso, y al mismo tiempo en épocas precientíficas no había una explicación alternativa del funcionamiento o el origen del universo o de procesos tales como las enfermedades. El caso es que ya desde el principio debieron de coexistir el sentimiento religioso y su contrario. Todavía hoy es supercomún escuchar a muchos aldeanos decir algo parecido a esto:
"Yo nos cures nun creo, pero
algo tien qu'haber"
Esta debió ser muy probablemente la situación general en Asturies hasta que llegó la industrialización. Yo creo apreciar dos tipos diferentes de "cagamento" en Asturies:
- Un viejo fondo campesino, un poco más light, ingenioso y humorístico
- Un fondo más moderno, de origen minero y proletario, con "cagamentos" mucho más obscenos, escatológicos y sexuales, más, digamos, "a lo burro".
Del primer tipo serían cosas como las siguientes, que tengo escuchado en mi propia familia y a muchos otros campesinos, y que tengo la sensación de que se van perdiendo:
"Cago'n les pites roxes, cago na santa fesoria, malos demonios te coman, malañu pa ti, etc..."
Del segundo tipo serían muchos otros en los que se menta directamente a la madre de uno y similares.
En la sociedad campesina asturiana, como también en la vasca y supongo que en algún otro lugar, la madre de uno era
sagrada. Con eso quiero decir que una expresión como "me cago'n to madre" era un insulto mortal, con el cual lo mínimo que podía pasar era que corriera la sangre.
Bien, pues en un momento dado de enfado menor o simulado, en vez de cagarte en la madre del otro, te cagas en la tuya. Por ejemplo, es muy fácil escuchar algo así:
"¿Pero qué me cago'n mi madre ye eso?"
"Cago'n mi madre, rapaz, tu yes mundial!"
Ahora bien, ¿qué ocurre si hay una guerra civil, se instaura una dictadura de corte fascista y se impone una versión ultracatólica del cristianismo? Que se reprime cualquier tipo de expresión malsonante, de contenido religioso o profano. Todavía no hace muchos años (no sé si sigue existiendo) había una placa en una de las estaciones del ferrocarril que iba de Xixón al Nalón, pasando por Noreña, cuyo texto exacto no recuerdo, pero que conminaba a no decir este tipo de expresiones.
Aparte de las ñoñerías típicas de los colegios de monjas y del ambiente cursi de las señoritas de la burguesía provinciana de los años 40, en el conjunto de la población se procura sustituir las verdaderas imprecaciones por otras equivalentes pero suavizadas o deformadas.
Y ése es el origen del "mecagonmimantu": una versión suavizada de la verdadera expresión donde uno se acuerda de la propia madre, que a su vez deriva de otra en la que uno se acuerda de la madre de la persona a la que se le dirige la expresión. No hay más misterio.
Saludos