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La visita de Leticia y su segundo marido a Elche-Elx

Posted: Sun Apr 02, 2006 9:53 am
by Berodia
Pongo aquí una crónica de esa visita vista desde la otra parte, es decir la ¿minoría? republicana y sistemáticamente silenciada por los medios de comunicación.

Ya lo dijo Francisco Franco, "lo dejo todo atado y bien atado", y cada vez me parece más cierto. En España solo existe la libertad de expresión si dices lo que al poder interesa. Hay libertad de circulación siempre que no sea para protestar contra las injusticias, siendo la "monarquía parlamentaria" una de ellas. Y la policía, en su papel de siempre, represalias contra los que no comulguen con el pensamiento establecido, como buenos sicarios del estado que son.
La destrucción sistemática de las libertades individuales son un peligro para todos, incluidos los que vivimos en supuestas democracias como EEUU o España. Sería interesante, pienso yo, un debate sobre como vemos las libertades individuales a ambos lados del charco, y donde pondríamos los límites. Yo pienso que la libertad es algo inherente al ser humano, desde que nacemos, y que la sociedad solo pretende coartárnosla incluso poniéndola como si fuera un derecho jurídico otorgado para renglón seguido poder limitarla "legalmente".

Un saludo.

P.S. : Aprovechando está época de aniversarios varios, como el 30 aniversario de acceso a la jefatura del estado del sucesor de Franco, que tanto interés tenía el PSOE en festejar, aunque al final tuvieron que hacerlo en plan más discreto, y el 75 aniversario de la proclamación de la segunda república, aprovecho para recordar que el 29 de marzo hace 50 años que Juanito mató a su hermano Alfonso, de 14 años en aquél entonces, apodado "Senequita" por lo bien que estudiaba y lo inteligente que parece era..., cosa bastante rara entre los borbones. El domingo pasado se publicó en El Mundo un artículo contando tal suceso. Juan a su hijo Juanito : "¡Júrame que no lo has hecho a propósito!".

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Crónica de la visita de Felipe y Leticia a Elx: Ladran, luego cabalgamos.

Hasta el camarero del bar donde fuimos a tomar unas cañas al final de la tarde se percató de los secretas que nos vigilaban sentados comiendo pipas. No es la primera vez que nos pasa. La última vez fue bastante más escandalosa, cuando al acabar una manifestación a favor de la industria del calzado en Elche y contra la visita de la Patronal europea, estábamos en una terraza y llegaron tres lecheras de antidisturbios, bajaron, rodearon nuestra mesa y nos pidieron seguidamente la documentación.
La primera conclusión que podemos sacar de todo esto es que a la policía y a los que mandan sobre ella no les gusta que tomemos cañas.
La tarde de la visita de Felipe y Leticia a Elche, el Movimiento por la Unidad del Pueblo (MUP) decidió hacer caso al alcalde de nuestra ciudad e ir a contribuir con nuestra presencia a engrosar el baño de masas que había que ofrecerles. Habían estado machacando durante toda la semana desde todos los medios de comunicación locales llamando a todos los ilicitanos a arropar a nuestros príncipes. Nosotros, como de costumbre, también enviamos a estos medios (periódico lnformación, Radio TV de Elche, Teleelx, etc.) notas de prensa explicando nuestra postura, pero, como de costumbre, quedaron olvidadas en alguna papelera de las redacciones. También, como de costumbre, pegamos carteles informativos exponiendo nuestra posición ante la visita, pero, como de costumbre, a la mañana siguiente estaban tapados o arrancados (la libertad de expresión se ve que sólo afecta a las discotecas...) Si a esto unimos el hecho de que la visita que realizaron sus altezas al polígono industrial se hizo en una fábrica debidamente puesta a punto (batas nuevas para los empleados, que después les quitaron; sesión de maquillaje y peluquería para los trabajadores, para que pudieran parecer presentables; limpieza a fondo de todas las dependencias...) la verdad es que todo recuerda bastante a los peces que colocaban en el anzuelo del Generalísimo. ¡Qué bonito y limpio es todo! Nada de talleres clandestinos, de trabajadores sin contrato o caras que muestren el cansancio de jornadas de doce horas de trabajo. Realidad edulcorada a gusto de caudillos y realeza, que después será debidamente difundida por los nodos o mass media sucesores de los mismos, para deleite de la plebe.

Llegada la tarde del evento, fuimos a la plaza del Ayuntamiento para poder expresar en directo nuestra repulsa ante la visita del Borbón y su esposa. Fuimos llegando solos o por parejas a la plaza y a los cinco minutos ya teníamos la mayoría de nosotros un señor con traje, gafas de sol y móvil en ristre justo detrás. Curiosamente casi un tercio de los congregados en el Ayuntamiento eran hombres con traje oscuro y gafas de sol, que iban hablando constantemente por el teléfono móvil entre sí. Estos simpáticos personajes no tardaron mucho en pedirnos la documentación y registrarnos bolsos y bolsillos. Ahora por lo menos ya sabemos a qué dedica sus horas de trabajo nuestra policía... ¿a vigilar los cientos y cientos de talleres clandestinos de Elche donde se explota a los trabajadores? ¿a investigar las tramas urbanísticas y a especuladores constructores que hacen que sea imposible adquirir una vivienda actualmente? Nooo, ¡¡¡qué va!!!, las dedican a algo mucho más relevante para la sociedad para la que trabajan: a vigilar a jóvenes destacados por sus ideas republicanas para saber donde viven, con quién van, por dónde se mueven y conocerlos tan bien como para poder distinguirlos entre el resto de la gente. Ardua labor la de esta policía que habrá de ser distinguida como se merece con alguna que otra medalla. El alcalde de Elche seguro que ha tomado nota y en el día de su Santo Patrón San Rafael sabrá recompensarlos.

Pues bien, después de las identificaciones de rigor y los registros hemos de decir que la mayoría de nosotros seguía teniendo en su poder banderas republicanas escondidas entre las ropas (quizás no deberíamos decir esto porque algún esforzado policía puede quedarse sin medalla... mala suerte, majetes). Cuando llegó el coche con la parejita de sangre azul, alrededor de 40 de nosotros seguíamos diseminados entre la gente. Lo que cambió en ese momento es que los educados señores de traje y gafas de sol que cada uno de nosotros teníamos detrás se esfumaron, y por cada uno de ellos aparecieron cinco antidisturbios, que pasaron a guardarnos las espaldas. Por los caretos que tenían, ya imaginábamos que a estos les iba a hacer poca gracia que sacásemos las banderas republicanas. Pero, ¿no estamos en un estado de derecho? ¿no hay libertad de expresión? Cuando Felipe y Leticia bajaron del coche y comenzaron a saludar todos nosotros sacamos las banderas. Fue un momento glorioso en el que cambió el rictus de todos los politicastros congregados en el lugar. Con gritos a favor de la República las tricolores ondearon al viento. Esto no duró demasiado tiempo ya que los antidisturbios se abalanzaron sobre nosotros y a golpes nos las quitaron de las manos. Pegándonos puñetazos y pellizcos en la espalda, tirándonos del pelo, a patadas y empujones, cogiéndonos de los brazos y arrastrándonos nos sacaron de entre la gente (que, atónita, miraba el espectáculo sin dar crédito a la brutalidad empleada por la policía), nos llevaron a un rincón de la plaza y nos volvieron a identificar (qué manía la suya!: ¡¡¡dos veces en menos de media hora!!!) Eso sí, cuando les pedimos sus números de placa para denunciar los golpes recibidos se negaron a decírnoslo, por supuesto...
La última imagen que nos queda de la visita real es la de ver a un grupo de antidisturbios en un rincón de la plaza pisando las banderas republicanas tiradas en el suelo. Esclarecedora metáfora de lo que realmente significa la República para el Ayuntamiento de Elche. Mientras unos se declaran republicanos y de izquierdas según convenga, como el PSOE o CCOO, y luego se derriten y babean a la hora de codearse con la realeza; y otros se disculpan respetuosamente, muestran su distanciamiento republicano (?) y hacen mil reverencias por no acudir al besamanos, sólo porque este año quedaría feo hacerlo. Mientras, decimos, hay republicanos que consideramos un orgullo y un derecho ondear la bandera tricolor como una reivindicación, reclamando, no únicamente su importancia histórica, sino su vigencia y necesidad política en el momento presente. Y cada vez somos más.
Desde el MUP pensamos que lo ocurrido el martes en Elx, el hecho de que al poder establecido le moleste tanto la bandera republicana como para reprimir de forma brutal a la gente que la lleva, viene a demostrar que es considerada peligrosa porque recuerda la ilegitimidad sobre la que se sustenta el actual régimen monárquico. Nuestra bandera, la bandera del pueblo, es una bofetada en la cara de todos los representantes de esa institución anacrónica y represiva y de todos aquellos que les adulan bobaliconamente. No quieren verla porque esa bandera les recuerda que el actual rey de España fue designado por Franco, que estos individuos que nos visitaron viven literalmente a cuerpo de rey, sin que nadie les haya votado, mientras miles de trabajadores y trabajadoras sufren la angustia y la incertidumbre de un futuro de paro y deudas... por eso les incomoda, la arrancan de las manos y la pisotean. Por nuestra parte pensamos seguir mostrándosela, y la tendrán que ver aunque no quieran, no sólo en los abriles de conmemoración republicana sino en todos y cada uno de los días de lucha que nos quedan por delante... Hasta que vuelva a ondear libre como merece. Hasta la proclamación de la 3ª República. Hasta enterrarlos en el mar.


Movimiento por la Unidad del Pueblo (MUP)