op-ed by Xuan Candano: 'La romeria de la autonomía'
Posted: Tue Sep 11, 2007 9:47 pm
This op-ed piece in today's La Nueva España (Sept. 11, 2007) is by television reporter Xuan Candano, one of the few people in the Asturian media whose pieces demonstrate a creative intelligence and critical eye when commenting on the unusual governance of Asturias since Franco's death.
As you might already know, September 8 is the so-called 'Día de Asturias', the rather orthopedic 'regional day' that gets reduced to vague proclamations and mind-numbing speeches. The rotund Asturian president, Vicente Alvarez Areces, has yet another chance of addressing his fellow Asturians to stultify them with platitudes and statistics. He already does this on the regional TPA television, which he set up, as well in the regional newspapers that his administration buys out with advertising revenue.
Xuan Candano hits the nail in the head with sentences like this, where he describes the unimaginative, unremarkable, garden-variety of speech that the PSOE/FSA government (and likewise its counterpart, the conservative PP) has grown (and groaned) to be known for:
"Son tan tópicos, tan retóricos, tan repetidos, y olvidan tan absurdamente esas cuestiones identitarias que tanto detestan los socialistas en Asturias como realzan en otras autonomías, que los discursos literalmente sirven lo mismo para Asturias que para La Rioja o la Toscana."
[They are so topical, so rhetorical, so over-used, and they absurdly leave by the wayside all those identity issues that the Asturian Socialists so detest but so readily espouse in other autonomous regions of Spain, that the institutional speeches could literally be beamed into not only Asturias, but also into the Rioja region or Italy's Tuscany.]
He's right. I'd go even further. I could take a speech by Areces, translate it into Russian and feed it into the Central Asian wire services as having been said by the likes of Nursultan Nazarbayev, the president-elect (by more than 90%) of Kazakhstan, or some vaguely obscure eminence grise from Moldova, or Poland. Sad, but that is the type of colorless technocrats in power in Asturias.
For those who don't read any Spanish, I'll come up with a translation later.
La Nueva España (Uvieu/Oviedo) Sept. 11, 2007
http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp ... -autonomia
“La romería de la autonomía”
by Xuan Candano
“Ser asturiano nun ye
usar montera picona
saber echar bien la sidra
o xubir a Covadonga
nin adornase con histories
que son verdaes a medies
que de tanto ser grandones
van crecenos les oreyes.”
(a song by Victor Manuel)
Un año más el Día de Asturias demuestra jocosamente que la autonomía en esta tierra sólo la toman en serio los políticos. Y porque viven de ella.
La celebración política se confunde con la religiosa. El Gobierno, el Parlamento, el rector, los militares y el poder judicial acuden en peregrinación a Covadonga a los actos que preside el Arzobispo. Este año Carlos Osoro felicitó al presidente, Vicente Álvarez Areces, por la cobertura de la misa en la TPA, la televisión gubernamental, que inauguró hace un año sus emisiones con un directo desde la basílica.
La parte política se reserva para las vísperas. Hay un Pleno en la Junta General tan covadonguista como el de la basílica, porque los dos grandes partidos comparten y exhiben año tras año su rancio españolismo y su indisimulado centralismo. La FSA es en esto tan visceral como el PSOE de Extremadura, donde la fiesta autonómica coincide con la de Asturias y hace tiempo que la supera en relevancia.
También hay un discurso institucional del presidente del Principado que recogen todos los medios. Les propongo que prueben a colocar los textos de Álvarez Areces del 8 de septiembre en cualquier otro país o autonomía. Son tan tópicos, tan retóricos, tan repetidos, y olvidan tan absurdamente esas cuestiones identitarias que tanto detestan los socialistas en Asturias como realzan en otras autonomías, que los discursos literalmente sirven lo mismo para Asturias que para La Rioja o la Toscana.
Areces no habla nunca en asturiano ni en el «Día de les lletres», al que no acude, ni en el de Asturias, a no ser para citas tan asombrosas como la de este año, con la que dio a conocer más allá de Tapia, donde vivía, a Conrado Villar, corresponsal de prensa y escritor local que no pasará precisamente a la historia de la literatura:
“Quero, ademáis,
madre mía
Gozar dos aires da patria,
y escuitar nel meu terruño
os dulces sones da gaita.”
Areces ni siquiera en su discurso alude nunca a la lengua asturiana, tras la retahíla habitual de «la cultura, el territorio, el paisaje y la historia». Para el Presidente y su Gobierno, el asturiano es una lengua invisible, un problema que no conviene citar ni en el Día de Asturias y al que condena a una agónica muerte lenta.
La programación oficial del Día de Asturias se completa con una fiesta popular itinerante. Deporte y juegos tradicionales, mucha gaita y sidra a esgaya. Este año en Navia la TPA paseó a La Marquesina, un personaje zafio con el que ridiculizan la cultura tradicional asturiana, porque el humor inteligente con los políticos del Principado se ve que no les hace mucha gracia y está prohibido en pantalla. En Puerto de Vega la folixa del Principado coincidió con las fiestas del pueblo. No pasó de añadir unos actos al programa de Las Telayas, que es la fiesta que sienten suya los vecinos del lugar donde murió Jovellanos.
El Día de Asturias no es más que una romería reciente, con mucho presupuesto y mucho bombo, porque las perras salen del Principado y no del esfuerzo de los vecinos y las comisiones de fiestas, pero sin arraigo ninguno entre la población.
Por su parte, los asturianistas, que caben todos en un taxi, de tantas broncas y escisiones, festejan el Día de Asturias por separado en actos distintos y en diferentes localidades. Los de URAS-PAS pusieron una corona al rey Alfonso II en Oviedo y se juntaron en una «comida de hermandad». Los de Andecha Astur se manifestaron en Gijón, y los de Unidá celebraron un mitin en Avilés. Los de Izquierda Unida-Bloque por Asturies se desmarcan de parlamentarios y extraparlamentarios y este año organizaron un mitin en Lena. Si éste es el Día de la Comunidad, esta autonomía no es muy seria verdaderamente. Parece una autonomía de tambor y gaita.
Asturias tiene una autonomía otorgada, no demandada. Le tocó en el reparto de la transición, cuando se diseñó el mapa autonómico y a las demandas históricas de catalanes, vascos y gallegos se sumaron primero los andaluces y más tarde otras comunidades de «vía lenta», entre ellas Asturias.
Aquí llegó la autonomía por mimetismo, como llegará ahora la reforma, sin más demanda que la de los asturianistas, que están al margen del Estatuto. Curiosa autonomía la nuestra, donde los autonomistas están fuera del juego político y los centralistas se reparten el poder.
En este cuarto de siglo la autonomía en Asturias se distingue por tres «hechos diferenciales». Por una bandera que inventaron los collacios de Conceyu Bable, Xosé Lluis García Arias, Lluis Xabel Álvarez y Amelia Valcárcel; por un himno con el que los borrachos de medio mundo entonan una canción de letra surrealista en un castellano horripilante, y por una clase política desmesurada y endogámica. Esa masa, cada vez más numerosa y compacta, de políticos, cargos públicos, liberados, asesores y burócratas ha sido la gran beneficiada con la autonomía asturiana, y no precisamente los ciudadanos.
Los progresos y avances, sociales y económicos, que ha habido en Asturias en estos años, muchos, pese al mito de la crisis, hubieran llegado igual sin la autonomía otorgada. Se deben más a la dinámica histórica y a la opulencia capitalista del primer mundo que a la ubicación de los gestores públicos en Oviedo o en Madrid. Los fondos europeos o la red de carreteras comarcales hubieran llegado igual con la antigua Diputación, que consiguió en su día el Hospital Central y la autopista Oviedo-Gijón-Avilés.
Personalmente sólo encuentro razones para el orgullo en la breve historia de la autonomía asturiana cuando visito el Museo de Bellas Artes, una excelente pinacoteca que debemos al impulso de dos asturianistas, Emilio Marcos Vallaure y Toto Castañón. Justo es reconocer que en esto la autonomía sí pintó algo.
-Xuan Candano
As you might already know, September 8 is the so-called 'Día de Asturias', the rather orthopedic 'regional day' that gets reduced to vague proclamations and mind-numbing speeches. The rotund Asturian president, Vicente Alvarez Areces, has yet another chance of addressing his fellow Asturians to stultify them with platitudes and statistics. He already does this on the regional TPA television, which he set up, as well in the regional newspapers that his administration buys out with advertising revenue.
Xuan Candano hits the nail in the head with sentences like this, where he describes the unimaginative, unremarkable, garden-variety of speech that the PSOE/FSA government (and likewise its counterpart, the conservative PP) has grown (and groaned) to be known for:
"Son tan tópicos, tan retóricos, tan repetidos, y olvidan tan absurdamente esas cuestiones identitarias que tanto detestan los socialistas en Asturias como realzan en otras autonomías, que los discursos literalmente sirven lo mismo para Asturias que para La Rioja o la Toscana."
[They are so topical, so rhetorical, so over-used, and they absurdly leave by the wayside all those identity issues that the Asturian Socialists so detest but so readily espouse in other autonomous regions of Spain, that the institutional speeches could literally be beamed into not only Asturias, but also into the Rioja region or Italy's Tuscany.]
He's right. I'd go even further. I could take a speech by Areces, translate it into Russian and feed it into the Central Asian wire services as having been said by the likes of Nursultan Nazarbayev, the president-elect (by more than 90%) of Kazakhstan, or some vaguely obscure eminence grise from Moldova, or Poland. Sad, but that is the type of colorless technocrats in power in Asturias.
For those who don't read any Spanish, I'll come up with a translation later.
La Nueva España (Uvieu/Oviedo) Sept. 11, 2007
http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp ... -autonomia
“La romería de la autonomía”
by Xuan Candano
“Ser asturiano nun ye
usar montera picona
saber echar bien la sidra
o xubir a Covadonga
nin adornase con histories
que son verdaes a medies
que de tanto ser grandones
van crecenos les oreyes.”
(a song by Victor Manuel)
Un año más el Día de Asturias demuestra jocosamente que la autonomía en esta tierra sólo la toman en serio los políticos. Y porque viven de ella.
La celebración política se confunde con la religiosa. El Gobierno, el Parlamento, el rector, los militares y el poder judicial acuden en peregrinación a Covadonga a los actos que preside el Arzobispo. Este año Carlos Osoro felicitó al presidente, Vicente Álvarez Areces, por la cobertura de la misa en la TPA, la televisión gubernamental, que inauguró hace un año sus emisiones con un directo desde la basílica.
La parte política se reserva para las vísperas. Hay un Pleno en la Junta General tan covadonguista como el de la basílica, porque los dos grandes partidos comparten y exhiben año tras año su rancio españolismo y su indisimulado centralismo. La FSA es en esto tan visceral como el PSOE de Extremadura, donde la fiesta autonómica coincide con la de Asturias y hace tiempo que la supera en relevancia.
También hay un discurso institucional del presidente del Principado que recogen todos los medios. Les propongo que prueben a colocar los textos de Álvarez Areces del 8 de septiembre en cualquier otro país o autonomía. Son tan tópicos, tan retóricos, tan repetidos, y olvidan tan absurdamente esas cuestiones identitarias que tanto detestan los socialistas en Asturias como realzan en otras autonomías, que los discursos literalmente sirven lo mismo para Asturias que para La Rioja o la Toscana.
Areces no habla nunca en asturiano ni en el «Día de les lletres», al que no acude, ni en el de Asturias, a no ser para citas tan asombrosas como la de este año, con la que dio a conocer más allá de Tapia, donde vivía, a Conrado Villar, corresponsal de prensa y escritor local que no pasará precisamente a la historia de la literatura:
“Quero, ademáis,
madre mía
Gozar dos aires da patria,
y escuitar nel meu terruño
os dulces sones da gaita.”
Areces ni siquiera en su discurso alude nunca a la lengua asturiana, tras la retahíla habitual de «la cultura, el territorio, el paisaje y la historia». Para el Presidente y su Gobierno, el asturiano es una lengua invisible, un problema que no conviene citar ni en el Día de Asturias y al que condena a una agónica muerte lenta.
La programación oficial del Día de Asturias se completa con una fiesta popular itinerante. Deporte y juegos tradicionales, mucha gaita y sidra a esgaya. Este año en Navia la TPA paseó a La Marquesina, un personaje zafio con el que ridiculizan la cultura tradicional asturiana, porque el humor inteligente con los políticos del Principado se ve que no les hace mucha gracia y está prohibido en pantalla. En Puerto de Vega la folixa del Principado coincidió con las fiestas del pueblo. No pasó de añadir unos actos al programa de Las Telayas, que es la fiesta que sienten suya los vecinos del lugar donde murió Jovellanos.
El Día de Asturias no es más que una romería reciente, con mucho presupuesto y mucho bombo, porque las perras salen del Principado y no del esfuerzo de los vecinos y las comisiones de fiestas, pero sin arraigo ninguno entre la población.
Por su parte, los asturianistas, que caben todos en un taxi, de tantas broncas y escisiones, festejan el Día de Asturias por separado en actos distintos y en diferentes localidades. Los de URAS-PAS pusieron una corona al rey Alfonso II en Oviedo y se juntaron en una «comida de hermandad». Los de Andecha Astur se manifestaron en Gijón, y los de Unidá celebraron un mitin en Avilés. Los de Izquierda Unida-Bloque por Asturies se desmarcan de parlamentarios y extraparlamentarios y este año organizaron un mitin en Lena. Si éste es el Día de la Comunidad, esta autonomía no es muy seria verdaderamente. Parece una autonomía de tambor y gaita.
Asturias tiene una autonomía otorgada, no demandada. Le tocó en el reparto de la transición, cuando se diseñó el mapa autonómico y a las demandas históricas de catalanes, vascos y gallegos se sumaron primero los andaluces y más tarde otras comunidades de «vía lenta», entre ellas Asturias.
Aquí llegó la autonomía por mimetismo, como llegará ahora la reforma, sin más demanda que la de los asturianistas, que están al margen del Estatuto. Curiosa autonomía la nuestra, donde los autonomistas están fuera del juego político y los centralistas se reparten el poder.
En este cuarto de siglo la autonomía en Asturias se distingue por tres «hechos diferenciales». Por una bandera que inventaron los collacios de Conceyu Bable, Xosé Lluis García Arias, Lluis Xabel Álvarez y Amelia Valcárcel; por un himno con el que los borrachos de medio mundo entonan una canción de letra surrealista en un castellano horripilante, y por una clase política desmesurada y endogámica. Esa masa, cada vez más numerosa y compacta, de políticos, cargos públicos, liberados, asesores y burócratas ha sido la gran beneficiada con la autonomía asturiana, y no precisamente los ciudadanos.
Los progresos y avances, sociales y económicos, que ha habido en Asturias en estos años, muchos, pese al mito de la crisis, hubieran llegado igual sin la autonomía otorgada. Se deben más a la dinámica histórica y a la opulencia capitalista del primer mundo que a la ubicación de los gestores públicos en Oviedo o en Madrid. Los fondos europeos o la red de carreteras comarcales hubieran llegado igual con la antigua Diputación, que consiguió en su día el Hospital Central y la autopista Oviedo-Gijón-Avilés.
Personalmente sólo encuentro razones para el orgullo en la breve historia de la autonomía asturiana cuando visito el Museo de Bellas Artes, una excelente pinacoteca que debemos al impulso de dos asturianistas, Emilio Marcos Vallaure y Toto Castañón. Justo es reconocer que en esto la autonomía sí pintó algo.
-Xuan Candano