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Origen de los apellidos

Posted: Fri Feb 24, 2012 5:10 pm
by Indalecio Fernandez
Me he permitido hacer un breve documento sobre el origen de los apellidos en España, espero que no tenga muchas incorrecciones y que les sea de interés.


BREVE ACERCAMIENTO AL APELLIDO EN ESPAÑA


INTRODUCCIÓN
Es normal en todo grupo humano que sus miembros quieran distinguirse entre sí mismos y también de los individuos de otros grupos. Es el principio del nombre y el apellido, es decir el sentido patronímico, en definitiva, “quien eres, hijo de quien y de qué lugar”.
Con un poco de suerte, consultando los archivos civiles y eclesiásticos, los españoles pueden remontar su genealogía, en muchas de sus ramas, hasta el siglo XVI y aun finales del anterior. Y en el caso de familias nobles, a veces hasta la Baja Edad Media. Más allá de esta época, los orígenes de casi todos los hispanos se funden con los diversos pueblos que han poblado la Península Ibérica desde la más remota antigüedad. Desde el inicio del Paleolítico Superior (unos 35.000 años a.C.), grupos de Homo Sapiens Sapiens –el hombre actual– empezaron a entrar en España desde Europa y África. Como en el resto de Europa, esta especie humana –el llamado Hombre de Cro-Magnon– acabó sustituyendo del todo en la Península a otra especie preexistente: el Homo Sapiens Neanderthalensis, que vivió en España entre el 100.000 a.C. y el 30.000 a.C. aproximadamente.
De alguna de las lenguas preindoeuropeas de esos Sapiens Sapiens, extendidas hacia el norte de Europa desde finales de la última glaciación (10.000 a.C.), proceden probablemente el vasco –una de las escasísimas lenguas aglutinantes del Viejo Continente– y sus apellidos (Aguirre, Ochoa [el lobo], tal vez Velasco y García...
En las sociedades preestatales podría ser un nombre propio con o sin añadido que indique desde una cualidad personal hasta un lugar. De esta manera tenemos nombres de amerindios recordados por todos como Toro Sentado o el nombre de bíblico Adán, de significado Hombre Terrestre, Humanidad, de la raíz que significa “rojo” o en el quechua del Perú precolombino, Saya, La que siempre se mantiene en pie.
En el mundo romano, las clases elevadas, poseían un sistema complejo onomástico, llegando usar hasta cuatro nombres para designar a una persona.: El preanome, el nombre propiamente dicho; el nomen gentilicio, nombre de la gens o tribu a la que pertenecía; el cognome, como nuestro apellido y el agnome, como un apodo alusivo a una circunstancia personal del individuo. Como ejemplo: Publio Cornelio Escipión, el Africano (Publius Cornelius Scipio Africanus).
El sistema lingüístico latino, así como el de diversas lenguas de raíz indoeuropea caracterizadas por la utilización de declinaciones y se sufijos y prefijos para referirse a la ascendencia, señalan la necesidad de reconocimiento de la paternidad, “hijo de”, la utilización del nombre del padre junto a la palabra hijo.
Los griegos usaron el sufijo –ides, en el mundo anglosajos y escandinavio el sufijo –son, sen en Danés, y así podemos ver, en este sentido, los Johnson, británicos, los Johanson, noruegos y suecos o los Jensen daneses. Los eslavos utilizan para ello el sufijo -vich o -ick, y los árabes la palabra ibn, seguida por el nombre del padre.

CONSOLIDACIÓN DEL APELLIDO EN ESPAÑA
En el último tercio del siglo IX ya los nobles, firman con su nombre de pila, seguido del nombre de su padre en genitivo latino y de la palabra filius. Comenzamos por tanto a leer en los pergaminos: Vermudus Ordonnii filius, (Bermudo de Ordoño hijo), Ranimirus Ferdinandi filius. Un siglo después se procederá a la supresión de la palabra filius, adoptando la terminación del nombre paterno en -z- que será la prototípica del apellido patronímico español.
En los primitivos condados catalanes se mantendría ese genitivo, Arnau, Pons o Dalmau. En el Reino de Valencia serán Peris, Ferrandis o Sanchis. En Portugal, Pires, Sanches o Soares. Así se encuentran formas distintas del mismo patronimio: FERNANDO: Fernández, Fernán, Hernández, Hernán, Hernando, Ferrán, Ferrando, Ferraz, Ferris, Herrán, Herráiz, Arranz, Arnáez, Arnáiz.
En el siglo VII AC griegos y fenicio se instalan en el este y sur de la península. En el 281 AC comienza la conquista romana, dos siglos después solo algunos reductos del Pais Vasco, Asturias y Cantabria no son del todo romanizados. Desde el siglo II hasta su expulsión en 1492 se documenta presencia de judíos. En el siglo V pueblos germanos y visigódicos penetran en suelo peninsular. En el VIII pueblos árabes conquistan el territorio, dando comienzo en el año 722, con la batalla de Covadonga, ocho siglos de reconquista con tres grandes etapas: Predominio musulmán (711-1034), equilibrio entre musulmanes y cristianos (1035-1211) y predominio cristiano (1211-1492), que dará como resultado a estado Español y Portugués y con ello a nuestros nombres y apellidos actuales. Ocho siglos de gestas de guerra y de repoblación de territorio conquistado del norte al sur y de creación y extensión de patronímicos, de apellidos.
La Edad Media transcurre entre el siglo V y el VII y durante esa época se va gestando la implantación del nombre propio mas el apellido, con la costumbre de hacer hereditario el segundo nombre, aunque sería algo completamente voluntario y no reglado escogiéndose entre los ascendientes, los mas bonitos o respetables .
Hasta el siglo VII que por orden de Cardenal Cisneros se obligaba el hacer constar en los libros parroquiales los nacimientos y las defunciones. En 1870 surge en España el Registro Civil, que es donde se reglamenta el uso y el carácter hereditario del apellido paterno y donde queda fijada la forma de escribirlo, salvo error del escribiente.

CLASIFICACION DE LOS APELLIDOS HEREDITARIOS
1.-APELLIDOS PATRONIMICOS: Antonio el hijo de Pedro. Es el más común en las terminaciones en -ez y sus variantes o con la preposición de, que no indica origen noble, como algunas veces se piensa.
2.-APELLIDO TOPONÍMICOS: Nombres de localidades, aunque se haya perdido la de. (Ramón de Albacete-Ramón Albacete) Lo mismo de lugares, de La Fuente, del Río,del Pino, del Castaño de de Asturias, de Madrid o de Luanco. De ubicaciones, de la Cabaña, de la Casa, del Barrio, Puente, Castillo, Francia, Aragón, Valle, Cuevas, de Arriba o de Abajo.
3.- APELLIDOS DE CARGOS, OFICIOS O TITULOS: Eclesiasticos, Abad, Obispo; nobiliarios, Rey, Conde, Hidalgo; cargos o funcionarios, Alferez, Escribano; oficio, Pastor, Vaquero, Herrero, Molinero, Labrador, Criado; todos ellos perdiendo las palabras de el.
4.- PROCEDENTES DE APODOS: Feo, Rubio, Gordo, Alegre, Bueno, Salado, Borego, buy, Conejo, Botella, Cuerda, Cadenas y otros muchos muy variopintos.
5.- RELATIVOS AL SANTORAL, BENDICIONES, CONSAGRACIONES O HECHOS DE NACIMIENTO: El Concilio de Trento (s. XVI) obligó a bautizar a los recién nacidos con nombres del santoral católico. Al bebé se le aplicaba de apellido características o circustancias relativas a su nacimiento, Lozano, Valiente, Buendía, Alegre, o relativas a fechas, Marzo, Verano, Sanjuan, Sanmarcos. A la ilegitimidad de su paternidad, Expósito, De Dios, Iglesias, Bastardo, Temprano.
6.- APELLIDOS DE ORIGEN DESCONOCIDO: Pueden ser prerrománicos, como García o Muñoz; germanos, Fernando, Rodrigo, Gutierre; judíos y árabes, casi todos perdidos por su persecución por la Inquisición, muchos los cambiaron por oficios o lugares, Alcaraz, Alcalá, Leví o Cohen.
7.- APELLIDOS VASCOS Y EXTRANJEROS: Se mantienen muchos de origen vascuence, Abasolo, Arizaga, Gaicoechea, y extranjeros como Minué, Picasso, Sousa, Chavez.