The Roman settlement of Veranes (Gijón)
Posted: Sun Nov 07, 2004 5:02 am
http://www.elcomerciodigital.com/pg0411 ... T-223.html
After 7 years of excavations at the archaeological site of Veranes (Parrish of Cenero, County of Gijón) the head archaelogist Prof. Fernández Ochoa confirms that it is “the largest rural Roman settlement known in the north of Spain”. It dates from the II Century a.C. when a wealthy Roman decided to establish his family home in rural Veranes, outside urban Gijón. He took with him all of his family and serfs. Two thousand years later 500 graves have been dug up so far in an area of 4.000 square meters.
Terechu
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SociedadDescubierto en Veranes el mayor poblado rural de la época romana del norte de EspañaLa arqueóloga Carmen Fernández Ochoa culmina el trabajo en el yacimiento iniciado en el año 1998 «Tiene una dimensión patrimonial e histórica enorme para Asturias»A. PRESEDO/GIJÓN RESTOS ARQUEOLÓGICOS. El asentamiento, de enorme importancia patrimonial e histórica, ha salido a la luz tras siete años de trabajo silencioso. / LUIS SEVILLA
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Nada que envidiar a las mundialmente celebradas ruinas de Mérida. Mucho más cerca, en la gijonesa parroquia de Cenero, el enclave de Veranes está descubriendo a los expertos en arqueología secretos de un pasado romano que se suponía, pero no con las dimensiones que se han puesto de manifiesto con las últimas excavaciones. Siete años de trabajo en silencio han sacado a la luz «el asentamiento rural romano de mayores dimensiones conocido en el norte de España», tal y como confirmó la máxima responsable del yacimiento, Carmen Fernández Ochoa,Todo nació en el siglo II después de Cristo cuando un adinerado romano decidió instalar su enclave familiar fuera del entorno urbano. En Veranes. Tras de sí, como era tradicional en aquella época, se fueron una larga lista de familiares y sirvientes que, con el tiempo, crearon una población de considerables dimensiones. En el siglo IV, según deducen los expertos a tenor de los restos encontrados, la villa astur-romana vive sus mejores tiempos. Tuvo que pasar un milenio hasta que, ya en el siglo XIV, el señorío de Valdés se hace con los dominios religiosos y se traslada a La Abadía de Cenero. Fue el principio del fin de aquel originario poblado romano que fue languideciendo y despoblándose hasta desaparecer. Su huella ha quedado bajo tierra.Carmen Fernández Ochoa y su equipo llevan trabajando desde el año 1998 en este proyecto, incluido dentro de los yacimientos arqueológicos vinculados a la Ruta de la Plata. Hasta aquel entonces, como señalaba la arqueóloga, «apenas se había excavado sobre sesenta metros cuadrados. En la actualidad, ya hemos actuado sobre unos 4.000 metros cuadrados, de los 5.000 metros que están vallados. Se ha trabajado sobre unas 500 tumbas. Con todo ello, podemos concluir que el yacimiento tiene unas dimensiones históricas y patrimoniales enormes para Asturias».Ha llegado la hora de Veranes. Durante años, sus piedras sólo pudieron mirar de reojo, y seguro que con no poca envidia, como toda la atención se le llevaban en Gijón los yacimientos de la Campa de Torres y, cómo no, los céntricos de Cimadevilla. Las áreas expositivas, edificios incluidos, y la máxima protección la aglutinaban las excavaciones más cercanas a la ciudad, con mejores accesos. La Campa de Torres luce un magnífico edificio de uso multicultural, además de privilegiado enclave de observatorio de aves.Un edificio de serviciosVeranes, su yacimiento, entretanto, no se puede decir que fue abandonado, pero tampoco aglutinó un especial entusiasmo. Sólo de esa forma se puede justificar que un entorno arqueológico de gran interés, como ahora se pone de manifiesto, estuviera totalmente abierto hasta hace apenas tres meses. En setiembre de este año se acabó de completar el cierre. Hasta entonces, durante años, la exigencia era sólo saltar un pequeño matorral y cualquiera podía acceder a las ruinas y llevarse, si era menester, lo que le viniera en gana. Recuerdan los viejos del lugar que el 'prau' era zona habitual de juegos de los niños, y que muchas tumbas fueron abiertas sólo por un mero espíritu lúdico. La vigilancia y el control eran nulos. Y eso que hace casi veinte años, el día 13 de diciembre de 1985, el yacimiento fue declarado Bien de Interés Cultural.Parece que ha llegado la hora de Veranes, de intentar que las ruinas no sucumban del todo. Los descubrimientos del equipo de Carmen Fernández Ochoa y Fernando Gil Sendino han obligado al Ayuntamiento de Gijón a tomar medidas. La primera, como se citaba, fue cerrar la zona afectada. La segunda, aprobar un presupuesto de 840.427 euros para levantar un edificio de servicios de lo que será la futura, así será denominada, Villa Astur-Romana de Veranes. El inmueble tendrá casi 500 metros de superficie construida, con todo tipo de servicios para los visitantes y trabajadores del yacimiento. Será el punto de partida para una visita cultural a las ruinas a las que se accederá mediante caminos construidos al efecto en la rasante natural. La obra será adjudicada en breve y tiene un plazo de ejecución de seis meses.Área expositivaEl nuevo proyecto para todo el entorno implica la posible apertura de expedientes expropiatorios urgentes que permitan disponer de los terrenos necesarios para seguir realizando excavaciones y profundizando en el significado del importante asentamiento romano. Hasta la fecha, como reconocía Carmen Fernández Ochoa, se desconoce hasta dónde llegaba su ámbito de influencia.En todo caso, el edificio se construirá en la zona norte, bastante alejado del yacimiento, en un entorno arbolado que permita un impacto visual, dice el proyecto, «practicante nulo». En su interior, dispondrá de un porche de entrada para los visitantes, un control para la recepción e información (dónde se podrán adquirir publicaciones y objetos relacionados con el museo), una sala de conferencias y exposiciones, aseos y una zona de espera. Sólo la sala de usos múltiples tendrá 110 metros cuadrados.Luego, dentro de los casi 500 metros cuadrados construidos, también habrá espacios para los servicios generales del museo, con zonas para catalogación y exposición, además de despachos. El edificio tendrá un tratamiento arquitectónico de casa con patio, de casa romana, y dispondrá de un aparcamiento y tránsito peatonal de 1.555 metros cuadrados, dispuesto para albergar unos quince turismos y tres autocares.
After 7 years of excavations at the archaeological site of Veranes (Parrish of Cenero, County of Gijón) the head archaelogist Prof. Fernández Ochoa confirms that it is “the largest rural Roman settlement known in the north of Spain”. It dates from the II Century a.C. when a wealthy Roman decided to establish his family home in rural Veranes, outside urban Gijón. He took with him all of his family and serfs. Two thousand years later 500 graves have been dug up so far in an area of 4.000 square meters.
Terechu
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SociedadDescubierto en Veranes el mayor poblado rural de la época romana del norte de EspañaLa arqueóloga Carmen Fernández Ochoa culmina el trabajo en el yacimiento iniciado en el año 1998 «Tiene una dimensión patrimonial e histórica enorme para Asturias»A. PRESEDO/GIJÓN RESTOS ARQUEOLÓGICOS. El asentamiento, de enorme importancia patrimonial e histórica, ha salido a la luz tras siete años de trabajo silencioso. / LUIS SEVILLA
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Nada que envidiar a las mundialmente celebradas ruinas de Mérida. Mucho más cerca, en la gijonesa parroquia de Cenero, el enclave de Veranes está descubriendo a los expertos en arqueología secretos de un pasado romano que se suponía, pero no con las dimensiones que se han puesto de manifiesto con las últimas excavaciones. Siete años de trabajo en silencio han sacado a la luz «el asentamiento rural romano de mayores dimensiones conocido en el norte de España», tal y como confirmó la máxima responsable del yacimiento, Carmen Fernández Ochoa,Todo nació en el siglo II después de Cristo cuando un adinerado romano decidió instalar su enclave familiar fuera del entorno urbano. En Veranes. Tras de sí, como era tradicional en aquella época, se fueron una larga lista de familiares y sirvientes que, con el tiempo, crearon una población de considerables dimensiones. En el siglo IV, según deducen los expertos a tenor de los restos encontrados, la villa astur-romana vive sus mejores tiempos. Tuvo que pasar un milenio hasta que, ya en el siglo XIV, el señorío de Valdés se hace con los dominios religiosos y se traslada a La Abadía de Cenero. Fue el principio del fin de aquel originario poblado romano que fue languideciendo y despoblándose hasta desaparecer. Su huella ha quedado bajo tierra.Carmen Fernández Ochoa y su equipo llevan trabajando desde el año 1998 en este proyecto, incluido dentro de los yacimientos arqueológicos vinculados a la Ruta de la Plata. Hasta aquel entonces, como señalaba la arqueóloga, «apenas se había excavado sobre sesenta metros cuadrados. En la actualidad, ya hemos actuado sobre unos 4.000 metros cuadrados, de los 5.000 metros que están vallados. Se ha trabajado sobre unas 500 tumbas. Con todo ello, podemos concluir que el yacimiento tiene unas dimensiones históricas y patrimoniales enormes para Asturias».Ha llegado la hora de Veranes. Durante años, sus piedras sólo pudieron mirar de reojo, y seguro que con no poca envidia, como toda la atención se le llevaban en Gijón los yacimientos de la Campa de Torres y, cómo no, los céntricos de Cimadevilla. Las áreas expositivas, edificios incluidos, y la máxima protección la aglutinaban las excavaciones más cercanas a la ciudad, con mejores accesos. La Campa de Torres luce un magnífico edificio de uso multicultural, además de privilegiado enclave de observatorio de aves.Un edificio de serviciosVeranes, su yacimiento, entretanto, no se puede decir que fue abandonado, pero tampoco aglutinó un especial entusiasmo. Sólo de esa forma se puede justificar que un entorno arqueológico de gran interés, como ahora se pone de manifiesto, estuviera totalmente abierto hasta hace apenas tres meses. En setiembre de este año se acabó de completar el cierre. Hasta entonces, durante años, la exigencia era sólo saltar un pequeño matorral y cualquiera podía acceder a las ruinas y llevarse, si era menester, lo que le viniera en gana. Recuerdan los viejos del lugar que el 'prau' era zona habitual de juegos de los niños, y que muchas tumbas fueron abiertas sólo por un mero espíritu lúdico. La vigilancia y el control eran nulos. Y eso que hace casi veinte años, el día 13 de diciembre de 1985, el yacimiento fue declarado Bien de Interés Cultural.Parece que ha llegado la hora de Veranes, de intentar que las ruinas no sucumban del todo. Los descubrimientos del equipo de Carmen Fernández Ochoa y Fernando Gil Sendino han obligado al Ayuntamiento de Gijón a tomar medidas. La primera, como se citaba, fue cerrar la zona afectada. La segunda, aprobar un presupuesto de 840.427 euros para levantar un edificio de servicios de lo que será la futura, así será denominada, Villa Astur-Romana de Veranes. El inmueble tendrá casi 500 metros de superficie construida, con todo tipo de servicios para los visitantes y trabajadores del yacimiento. Será el punto de partida para una visita cultural a las ruinas a las que se accederá mediante caminos construidos al efecto en la rasante natural. La obra será adjudicada en breve y tiene un plazo de ejecución de seis meses.Área expositivaEl nuevo proyecto para todo el entorno implica la posible apertura de expedientes expropiatorios urgentes que permitan disponer de los terrenos necesarios para seguir realizando excavaciones y profundizando en el significado del importante asentamiento romano. Hasta la fecha, como reconocía Carmen Fernández Ochoa, se desconoce hasta dónde llegaba su ámbito de influencia.En todo caso, el edificio se construirá en la zona norte, bastante alejado del yacimiento, en un entorno arbolado que permita un impacto visual, dice el proyecto, «practicante nulo». En su interior, dispondrá de un porche de entrada para los visitantes, un control para la recepción e información (dónde se podrán adquirir publicaciones y objetos relacionados con el museo), una sala de conferencias y exposiciones, aseos y una zona de espera. Sólo la sala de usos múltiples tendrá 110 metros cuadrados.Luego, dentro de los casi 500 metros cuadrados construidos, también habrá espacios para los servicios generales del museo, con zonas para catalogación y exposición, además de despachos. El edificio tendrá un tratamiento arquitectónico de casa con patio, de casa romana, y dispondrá de un aparcamiento y tránsito peatonal de 1.555 metros cuadrados, dispuesto para albergar unos quince turismos y tres autocares.