Anuski, lo que dices es verdad, pero sólo en parte. Durante la época de Franco se perseguía a los comunistas, cierto, pero no sólo a ellos. Tampoco se permitía a los socialistas, ni a los anarquistas, ni a los que querían una forma de gobierno republicana (sin rey), ni a los demócratas (los que no querían una dictadura sin partidos, sindicatos, elecciones y todo esto que hay ahora, como en tantos otros países), ni tampoco a las feministas (las que luchan por la igualdad de mujeres y hombres, que los maridos no pegasen a sus esposas, que hubiera derecho al divorcio, etc), ni a los masones, ni a los que tuvieran otra creencia religiosa diferente de la católica (evangélicos, mormones, anglicanos, ortodoxos, musulmanes, judíos).
Es decir, el régimen de Franco era lo que se llama una dictadura fascista, sin democracia y sin libertades. Por lo tanto eran perseguidos todos los que propusieran cualquier otra cosa que no coincidiera con lo que decía el dictador, coincidiesen todos ellos o no, y coincidiesen en todo o sólo en algunas cosas. Sólo estaba permitido un único partido, que era el oficial, y que se llamaba la Falange (FE-JONS). Los trabajadores no podían escoger libremente sus representantes para cosas como negociar la subida del sueldo, el número de horas de trabajo, etc. Los alcaldes eran nombrados a dedo, no elegidos por los vecinos (bueno, no era exactamente así, pero parecido). No había un Congreso de los Diputados y un Senado, sino una cámara que se llamaba Las Cortes. Para escoger qué personas estaban en esas cortes (se llamaban Procuradores en Cortes) había un curioso proceso electoral. Un tercio de esas personas eran elegidas (mejor habría que decir designadas) por la Falange, otro tercio por los alcaldes (que se elegían de una forma parecida), y otro tercio por la población, pero sólo pudiendo votar a las personas que el régimen te proponía, no otro que tú quisieras. Era lo que se llamaba "la representación en base a la Familia, el Municipio y el Sindicato".
Por supuesto, todas esas personas pertenecían al régimen. Ningún partido o sindicato era legal, o no existían o eran clandestinos. El sistema estaba montado de manera que no se podían presentar los diferentes partidos con sus candidaturas para que tú eligieras a quien quisieras, sólo los que Franco dijera.
Pero la cosa no se limitaba sólo a la política. Por ejemplo, existía una ley llamada "Ley de Peligrosidad Social". Se consideraba que era un delito sencillamente ser un hombre al que le gustaran otros hombres o una mujer a la que le gustaran las mujeres. O sea, que por el sólo hecho de ser homosexual, ibas a la cárcel. No existía el derecho al divorcio, si tu marido te mataba a palos, a jod... Ni siquiera te podías casar por lo civil, sino únicamente por la Iglesia. Una mujer que hubiera heredado equis millones de sus padres no podía hacer negocios, abrir un comercio, invertirlo en la Bolsa o lo que le diera la gana hacer con ese dinero, sin el consentimiento por escrito de su marido. Vamos, que la esposa pasaba a ser casi como una propiedad más de su marido.
Incluso hubo momentos en que lo de bailar una pareja agarrados se veía muy mal, y que dios te librara de darte besos con tu novio por la calle o en el parque, podía llegar un guardia y meterte una multa por "conducta desordenada y escándalo público". Éso era el régimen de Franco, sin entrar en más profundidades. Hasta a un mendigo se lo podían llevar preso los guardias por pedir limosna: aplicaban una ley llamada "de Vagos y Maleantes".
Y con la segunda pregunta. Hombre, "que Rusia no está tan avanzada" no es que lo digan por ahí, es que es una verdad como un campanu. Verás, Rusia antes también era una dictadura, pero de otro tipo distinto a la de Franco. No había ricos, quiero decir dueños de bancos privados, ni propietarios de empresas, fábricas y demás. Todo eso era propiedad del Estado. En teoría, al no quedarse con la riqueza un señor particular, la gente vivía mejor, no le faltaba el trabajo, la educación, la cultura y demás. Y en parte era verdad. Pero si algo funcionaba mal, no se podía protestar. Si el gobierno hacía algo que perjudicaba a la población, no se podían hacer manifestaciones. Tampoco había partidos distintos del oficial, el PCUS (Partido Comunista de la Unión Soviética), ni sindicatos. El sistema electoral era muy limitado, y sólo había los candidatos designados por el PCUS. La antigua URSS era la heredera del antiguo Imperio Zarista, y ese Imperio lo construyeron los zares rusos a base de conquistar otros países y pueblos que no eran Rusia. Al cabo del tiempo se cambió el sistema monárquico zarista por el comunista, pero la mayoría de aquellos pueblos siguieron perteneciendo a la URSS como antes al Imperio. Y resulta que igual que en la época zarista, se intentaba imponer el ruso como idioma. Si alguien quería más libertades para su pueblo, se le encarcelaba o fusilaba. Cuando no eran personas aisladas las que protestaban, sino muchas, se cogía un pueblo entero y se lo llevaban a miles de kilómetros de distancia. ¿Te imaginas que el gobierno español agarrara a todos los asturianos y los trasplantara a Murcia, porque sí, porque era conveniente para el Estado?
Pues buena parte de aquellos problemas de la época comunista quedaron sin resolver cuando cambió el sistema en Rusia, y por eso ahora hay tantos follones en sitios como Chechenia, Ucrania, Kirguizistán, etc.
En un momento dado, los propios miembros del Partido Comunista decidieron que, visto que aumentaban los descontentos y que iba a armar la gorda, mejor reconvertían ellos mismos el país en un país capitalista más. Eso ocurrió a partir de Gorbachov. Y aquellos mismos miembros del PC (la mayoría) se convirtieron, unos, en capitalistas, pero enriquecidos a lo bestia, y otros en mafiosos (como los gángsters de Chicago), cuyas fortunas provienen de cosas tan variadas como el tráfico de drogas, la prostitución, comercio de armas, contrabando de uranio, etc. Vamos, unos santos, tanto los unos como los otros.
Y como la riqueza son fabas contadas, lo que se queda uno, lo pierde otro. Para que aparezcan de repente ricos riquísimos, tiene que haber pobres pobrísimos. Y así es como están ahora los rusos, el común de la gente corriente, ¿entiendes?
Hala, otro día más, que voy a cenar.